La magia del agradecimiento
Estar y sentirse agradecido es uno de los sentimientos más puros que puede experimentar el ser humano. Cuando
le dices: gracias a alguien, no solo te haces un bien a ti. Sino también, a esa
persona a la que se lo dices.
Agradecer por lo bueno y por lo malo, te
libera. Crea en ti un sentimiento de paz, tranquilidad y bienestar,
indescriptible. Hay muchas formas de
agradecer. Con un beso, con un abrazo, con un detalle, con una carta, hasta
con una sonrisa.
Inténtalo. Cuando vayas por la calle,
regale una sonrisa a algún desconocido y verás la magia del agradecimiento. Te aseguro que esa persona te va a
retribuir la sonrisa. De cualquier edad, tamaño, círculo social. Te
garantizo que te va a sonreír.
Por
esto, el agradecimiento que sale desde el alma, desde el corazón, te purifica.
Te da alegría y serenidad. Agradece.
Agradece por todo y a todos.
Si alguien te hace algo malo dile:
“gracias”. Ya que, de alguna manera u otra él te está ayudando. A crecer, entender, agradecer. Y tú le
darás una lección. Si le dices “gracias”
a esa persona, se va a arrepentir inmediatamente. Y quizás te pida disculpa.
Agradecer es un acto de bondad. Es un
purificador del alma y cuerpo. Es una palabra que te ayuda a dar lecciones de vida. Es una palabra
poderosa y que está en tus manos. Di
gracias:
A Dios.
A tus padres.
A tus hijos.
A tus abuelos.
A tus hermanos.
A tus tíos y sobrinos.
A tu pareja.
A tu jefe.
Dale gracias a la vida.
By: Andre De Grazia.


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